viernes, 23 de febrero de 2024

SUTIABA Y SUS REBELIONES

 

Sutiaba y sus rebeliones

 

No son belicosos, pero sí valientes,

 y cuando es preciso luchan con el más fiero denuedo.

 

E. G.  Squier (sobre los indios Sutiaba)

 

La rebelión de los indios Sutiaba (Río de caracolitos o chotes negros; o río florido), en contra del poder de la colonia española empieza antes de 1610, cuando la ciudad de León se trasladó desde la cercanía de Imabite, a orillas del lago Xolotlán, hacia el territorio vecino de Sutiaba, donde actualmente se ubica. Traslado histórico, único y singular, de una ciudad que se mantiene viva, conservando su nombre e identidad, ocurrido hace 414 años.

 

Muchos indios Sutiaba fueron llevados como esclavos a Perú. Los Maribios o Marrabios (Hombres por excelencia o Piedra labrada) fueron los ancestros de los Sutiaba. No se sabe por qué los Maribios cambiaron su nombre por el de Sutiaba. Por mucho tiempo se asumió el vínculo originario de los Sutiaba con los Hokanos, de California; pero actualmente se han relacionado con los pueblos siguientes: Guaxénicos (Guanexicos), Olomegas, Olocotones y Tacahos (Tacachos). La lengua Sutiaba, ya extinta, también se relacionó con la lengua hokana; sin embargo, en la actualidad, la evidencia indica un vínculo mayor con lenguas otomangueanas, como el tlapaneco.

 

Los límites de Sutiaba, generalmente aceptados son los siguientes: al norte, la cordillera de los Maribios (desde el volcán Telica, al noreste, hasta la laguna de Asososca (en nahuatl: lugar del agua azul o de la culebra cascabel) o del Tigre (Teguazinavie), al sureste; al sur, el Océano Pacífico; al este, desde el cerro Acosasco (en nahuatl: río Amarillo) hasta el río el Tamarindo; y al oeste, desde el volcán Telica (lugar negruzco o negro) hasta el río Telica, pasando por Quezalguaque (lugar del quetzal o de los dueños de las plumas preciosas).

 

En realidad, en ninguna parte de Nicaragua los españoles fueron recibidos con flores y vivas. El cronista español Fernández de Oviedo describió a los indios Sutiaba como: “los más crueles y los más feroces, pero también los más inteligentes y valerosos de cuantos indios yo he conocido en América”.

 

El legendario cacique de Sutiaba, llamado Adiact, se rebeló en 1610 e hizo resistencia hasta 1614. Se dice que fue asesinado en el Cerro de Los Vientos o Cerro de Oro (en dirección a Poneloya) y luego su cadáver fue colgado de un gran árbol de tamarindo (llamado el Tamarindón).

 

En 1673 el pueblo originario de Sutiaba protestó por los malos tratos recibidos.

 

Se registra una rebelión del llamado partido de Sutiaba, en el año de 1681, probablemente la más importante sublevación indígena de la época colonial.  Otra sublevación ocurrió en 1725, durante la cual, los indios de Sutiaba, apoyados por habitantes del Laborío, acompañaron a la rebelión del barrio San Felipe, asaltando la Sala de Armas de la ciudad de León, apoderándose del arsenal siguiente: 400 fusiles, 64 mosquetes y arcabuces, seis piezas de artillería, 318 bayonetas, 3506 balas de fusil, 24 balas de artillería, tres botijas de pólvora y dos falconetes (pequeños cañones de artillería montados, con lanada y cargadores).

 

La población de Sutiabas o Maribios era de alrededor 100 mil personas, en 1523. Un poco más de dos siglos después de iniciada la conquista española, en 1752, la reducción había sido drástica, hasta ser solamente 4120 personas, según lo que registró el obispo Morel de Santa Cruz. A mediados del siglo XVIII, Sutiaba tenía una población que superaba los 4 mil habitantes y 874 casas de paja.

 

 

La exagerada reducción de la población de Sutiaba en 229 años sugiere que su resistencia y lucha empezó mucho antes de 1610, cuando la ciudad de León construyó su segundo asentamiento, en territorio de Sutiaba, bajo el mando del alférez mayor Pedro Munguía de Mendiola, que posteriormente fue el primer alcalde ordinario de la ciudad. Del León a orillas del lago Xolotlán, en las cercanías de Imabite, a lo largo de 86 años, salieron expediciones de conquista, que en algún momento tuvieron que chocar con los Sutiaba, como lo hicieron con otros pueblos originarios en el norte y el centro del país.

 

Para el año 1727 el nombre Sutiaba, escrito así, es el que más aparece en el Título Real (documento legal otorgado por el Rey de España), que brinda seguridad jurídica de la propiedad perpetua del pueblo indígena de Sutiaba, en un territorio de 42 mil manzanas, equivalentes a 63 caballerías.

 

Uno de los primeros gritos de independencia fue dado, el 13 de diciembre de 1811, por Tomás Ruiz Romero, sacerdote y abogado, fue el primer indígena centroamericano en graduarse y obtener un título universitario (en la Universidad San Carlos de Guatemala); es considerado uno de los Próceres de la Independencia de Centroamérica.

 

Otra insurrección de los indígenas de Sutiaba sucedió el 4 de junio de 1822.

Los indios de Sutiaba jugaron un papel clave en diferentes momentos de la defensa de León, como por ejemplo en las conmociones o guerras civiles de los años 1838-1839, posteriores a la independencia de España, cuando participaron en guerras en otros territorios centroamericanos.

 

Las tropas salvadoreñas y hondureñas, al mando de los generales Francisco Malespín y José Santos Guardiola, traídas por la oligarquía conservadora para combatir a los oligarcas liberales, en 1844-1845, quemaron o destruyeron casas, ranchos e iglesias de Sutiaba (la principal llamada San Juan Bautista y cuatro iglesias más), para distraer a las fuerzas leonesas, que combatían en el centro de la ciudad.

 

 

Los indios Sutiaba al saber que su pueblo ardía en llamas se trasladaron desde el centro de León hasta Sutiaba misma; pero ya era demasiado tarde y el daño estaba hecho. Fue en ese momento, cuando las tropas invasoras aprovecharon para atacar nuevamente el centro de la ciudad y saquearlo.

 

Después de esta invasión extranjera contra León, el cerco militar de dos meses, la destrucción, el saqueo, así como el incendio de Sutiaba, se produjo la llamada “Reacción liberal”, en la que los indios de Sutiaba participaron y que representa el primer antecedente histórico de la lucha de clases en Nicaragua, al cohesionarse política y militarmente campesinos pobres e indios comuneros expropiados, contra la aristocracia terrateniente libero-conservadora.

 

Los Sutiaba se levantaron, entre mayo y junio de 1881, para protestar contra la brutal represión del gobierno conservador de Joaquín Zavala, ante el levantamiento indígena de Matagalpa, que había iniciado el 30 de marzo. Además, el 21 de septiembre, del mismo año, manifestaron su oposición a la expulsión de los sacerdotes jesuitas, llevada a cabo por el gobierno antes mencionado.

 

Las etapas de la condición administrativa y legal de Sutiaba, durante la colonia española, fueron a saber: primera, pueblo encomendero (1524-1583); corregimiento de Quezalguaque (1583-1672); cabecera del corregimiento de Sutiaba (1673-1777); y dentro del partido de León (1778-1821). Posteriormente, en 1902, durante la Revolución Liberal, el presidente José Santos Zelaya López decretó que Sutiaba fuese anexado como un barrio de la ciudad de León, por lo que Sutiaba perdió su autonomía administrativa.

 

A lo largo del tiempo han aparecido distintas figuras jurídicas, por ejemplo: en 1948, Poneloya, dentro del territorio Sutiaba, fue considerado como un barrio recreativo de la ciudad de León. Durante la década de 1980, el balneario de Salinas Grande, asumió una condición similar. Y, a finales del año 2023, la municipalidad de la ciudad de León inició el proyecto de atender directamente, al ahora llamado León Viejo, que antes correspondía administrativamente a la Alcaldía de La Paz Centro, en medio del contexto de los cinco siglos de fundación e historia de León de Nicaragua. Este proyecto del vínculo estrecho entre el León de Nicaragua actual y su cuna histórica llamada León Viejo, reafirma la sólida continuidad de la historia, la tradición, la herencia, la identidad, la relevancia y el orgullo de León, desde su fundación hasta el año 2024, año del histórico quincentenario fundacional de la ciudad.

 

El pueblo de Sutiaba fue una base social de apoyo a la lucha revolucionaria del sandinismo, a partir de la década de 1960. La represión de la Guardia Nacional contra los Sutiaba durante la lucha por la tierra o en las protestas sociales, constituyó otra página heroica de la resistencia indígena. Varias familias colaboraron en la lucha anti-somocista, entre las cuales destacaron los Bervis, los Bárcenas y los Roque. En casa de los Bervis existió un famoso buzón de armas, construido de madera, subterráneo, nunca detectado y que fue visitado por el Comandante de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, en 1979. En esa misma casa fue que Edén Pastora Gómez planteó por primera vez la idea de asaltar el Palacio Nacional, sede del Parlamento, para liberar a reos políticos sandinistas.

 

Numerosos y destacados combatientes sandinistas eran originarios de Sutiaba, entre ellos: Hilario Sánchez, Félix Pedro Picado, Félix Pedro Carrillo y Francisco José Jarquín Ramírez.

 

A inicios de la década de 1970 los indígenas de Sutiaba, con sus atabales, se sumaban a las manifestaciones de los estudiantes universitarios por demandas sociales o la libertad de reos políticos. La participación de los Sutiaba fue muy importante en la insurrección de septiembre de 1978; en los hostigamientos a la Guardia Nacional entre octubre de 1978 y mayo de 1979; y en la ofensiva final, entre el 4 de junio y el 19 de julio de 1979. La cercanía de Sutiaba con el Fortín de Acosasco, ubicado en el cerro homónimo, a 803m.s.n.m., la hacían relativamente vulnerable al fuego artillero con morteros de 81mm., disparados por la Guardia Nacional.

 

 

La Guardia Nacional asesinó atrozmente a tres mujeres de Sutiaba, en la tenebrosa cárcel La 21, en junio de 1979. Sus nombres eran: Santos Bárcenas, su hija Lorena Fonseca, y su nuera, Antonia Picado. Los cadáveres de las tres mujeres fueron encontrados por los guerrilleros sandinistas, el 16 de junio del mismo año, cuando tomaron el control de la cárcel mencionada.

 

Entre las más importantes acciones militares contra la Guardia Nacional destacan las emboscadas realizadas en la Barranca y en la calle de la iglesia de San Pedro, en abril y mayo de 1979, respectivamente. No pocos jóvenes de Sutiaba formaron parte de las columnas guerrilleras del Frente Occidental Rigoberto López Pérez, que avanzaron victoriosos hasta la capital Managua, siendo de los primeros en tomar el búnker del dictador Anastasio Somoza Debayle y la Loma de Tiscapa (el complejo militar de la Guardia Nacional), el día del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, el 19 de julio de 1979, entre los cuales se puede mencionar a: Mario Rodríguez Vásquez, Gustavo Rodríguez Vásquez (ambos hermanos, conocidos como “los Chocoyos”), Alberto Roque (Betín) y Francisco Roque (el Cubano o el Sutiaba).

 

El pueblo de Sutiaba participó activamente en la defensa de la Revolución Sandinista, ante la agresión contrarrevolucionaria, financiada y dirigida por Estados Unidos, a lo largo de la década de 1980, que desde bases en Honduras y Costa Rica atacaba a Nicaragua. Jóvenes como Yader Francisco Silva Trujillo (el Genocida) integraron las unidades de reservistas voluntarios que combatieron a la contrarrevolución en las montañas de las Segovias, Jinotega o Matagalpa. Muchos otros formaron parte de las tropas permanentes del Ejército Popular Sandinista, del Servicio Militar Patriótico o del Ministerio de Interior.


Esta es una síntesis de la lucha del pueblo de Sutiaba, parte inseparable de León y cuyo ejemplo de rebeldía ha influido en el resto de Nicaragua, todo lo cual forma parte de los 500 años de fundación e historia de la ciudad de León, cuna de la rebelión y de la revolución.

 

Lenin Fisher

Managua, Nicaragua, 23 de febrero de 2024.

Escritos de Lenin Fisher: reflexiones sobre la vida e historia de Nicaragua.

https://leninfisher.blogspot.com/2024/02/sutiaba-y-sus-rebeliones.html